La definición del diccionario de la Real Academia Española no es
específica, pero nos dice que la fruta es un “fruto comestible de
ciertas plantas cultivadas”. Sin embargo, se evidencia que el
término fruta refiere a frutos producidos en su mayoría por plantas
leñosas (manzano, peral, duraznero, ciruelo, cerezo, damasco, higuera,
vid, naranjo, mandarino, limonero, mango, papaya, etc.) o por plantas
semileñosas o arbustos frutales (arándano, zarzamora, frambuesa, etc.)
y, en menor medida, por plantas herbáceas (frutilla, banana, plátano,
entre otros).
Esta definición aunque describa a grandes rasgos de qué hablamos
cuando hablamos de fruta, está lejos de ser práctica para nuestra
elección de qué comer a diario. Así que voy a poner mi definición de
fruta referida a la alimentación: es el elixir que las plantas, arbustos
y árboles crean, para nutrir de forma completa y satisfactoria al ser
humano, en la mayoría de veces con un sabor dulce (naranja, banana,
manzanas), otras con un destaque en el sabor salado (pepino, tomate,
palta) y que su forma de administrarse es simple y práctica para
cualquiera.
La fruta es el elixir que las plantas, arbustos y árboles crean para nutrir de forma completa y satisfactoria al ser humano.
Con la definición recién descrita quiero dejar en claro que las
frutas, debido a nuestra conformación fisiológica, son nuestros
alimentos primarios. Son aquellos alimentos que podemos digerir y
absorber sin uso de recursos externos. Podemos recurrir a las frutas sin
necesidad de usar cuchillos ni ningún otro elemento externo. Algo a
destacar de estos maravillosos alimentos es el alto contenido de agua,
el principal recurso de nuestro cuerpo. En este principal recurso, el
agua, es donde vamos a encontrar la mayor cantidad de los segundos y
terceros recursos que forman nuestra salud: el oxígeno, las enzimas, las
vitaminas y los minerales. Por esto decimos que la fruta es un alimento base del ser humano sano, que no debería de restringir su consumo y que podría recurrir a él en cuanto sea necesario.
La fruta es un alimento base del ser humano sano por lo tanto no debería restringirse su consumo y deberíamos recurrir a él en cuanto sea necesario.
La fruta, así como todos los alimentos, tiene un tiempo de digestión
en nuestro estómago, que varía de persona a persona de acuerdo a su
alimentación. Igualmente, la salvedad importante de hacer aquí, es que
el hábito o costumbre de comer la fruta como “postre” es un concepto erróneo
a la forma de alimentarnos. La fruta, al ser nuestro alimento primario y
total o casi totalmente fisiológico y al contener mas del %70 de agua,
tiene un tiempo de digestión muy corto, por lo que precisa de un
estómago libre para que de esta forma pueda seguir su camino al
intestino delgado y absorberse. En caso contrario, si el estómago está
completo con el almuerzo o la cena y luego se come la fruta, esta
comenzará un proceso de fermentación en el estómago debido al que
seguramente sientas hinchazón, mal humor y hasta dolor de cabeza y
pesadez. Esto no quiere decir que la fruta intoxica, todo lo contrario,
es un alimento depurativo por excelencia.
El hábito o costumbre de comer la fruta como “postre” es un concepto erróneo en nuestra forma de alimentarnos.
En cuanto a los ayunos, podemos comenzar por hablar de los pilares
fundamentales en la medicina antigua cuando uno está enfermo: el reposo,
la dieta y la medicación. El reposo o ayuno como pilar principal
consiste en generar un período sin trabajo digestivo ni exigencia
metabólica, durante el cual el organismo pueda concentrar todo su
potencial en la tarea de eliminación de aquellos tóxicos que no le son
propios. Los ayunos frutales sobre los cuales ahora voy a hacer
referencia, no tienen contraindicaciones ni requieren supervisión
externa, como otros tipos de ayunos, por la razón que ya sabemos: es
nuestro alimento fisiológicamente primario, con nutrientes sumamente
completos y una carga depurativa y de líquido fundamental.
El ayuno consiste en un período sin trabajo digestivo ni exigencia metabólica, durante el cual el organismo pueda concentrar todo su potencial en la tarea de eliminación de aquellos tóxicos que no le son propios.
La idea de esta saludable práctica es permitirnos reducir casi a
cero la habitual exigencia metabólica, en razón de ingerirse sólo el
alimento más fisiológico y de más fácil asimilación: la fruta. Para esto
el ayuno frutal de 1 día a la semana es lo que hoy
propongo, en donde durante todo un día, cuando sentamos apetito, nos
limitaremos a ingerir solamente frutas. Podemos ingerir toda la fruta
que deseamos, pero de un solo tipo por vez (no mezclar variedades en la
misma ingesta, a fin de minimizar la exigencia digestiva), bien madura,
de estación y, si es posible, de producción local y orgánica.
Fuente: http://www.revistaahora.com.ar/a-la-carta/ayuno-frutal-un-descanso-natural-para-tu-organismo/
Fuente: http://www.revistaahora.com.ar/a-la-carta/ayuno-frutal-un-descanso-natural-para-tu-organismo/
No hay comentarios:
Publicar un comentario